Más de lo mismo

La avalancha de trabajo de final de curso no me deja tiempo para mucho. Si acaso, para hacer los últimos encarguitos de mis compañeras, así que no puedo enseñar ninguna novedad, sino más de lo mismo:

Una serie de cajas variadas, algunas de las cuales entregué sin haber hecho antes fotografías,

Un conjunto de tres, de 10 x 10, 15 x 15 y 20 x 20 centímetros,

y, para aprovechar una serie de tiras de cartón de tres o cuatro centímetros de anchura, una serie de cajitas muy pequeñas. Necesitaba una para un broche que voy a regalar y, ya de paso, hice seis.

En cuanto termine el mes y coja las vacaciones ensayaré cositas nuevas.

Dos de tres

En los últimos 40 años he hecho miles de preciosidades a punto de cruz pero, como suele pasar, todas han terminado regaladas, excepto un par de tapetes que uso en una mesa camilla rectangular (uno de los cuales se atisba en algunas fotografías de este blog).

Hace algún tiempo decidí hacer tres cojines que sabía que nunca regalaría, porque tienen tantas horas de trabajo que sería incapaz de desprenderme de ellos. He terminado dos y no puedo esperar al tercero y ni siquiera a tener montados los dos primeros. Así que aquí os los enseño, todavía con los hilvanes y sin planchar.

Me gusta ir improvisando. Empiezo por una cenefa sacada de algún sitio, sigo con una esquina que me invento sobre la marcha para que encaje, añado un relleno que se inspira ligeramente en un gráfico que tengo pero que voy alterando en el momento...

Los tres cojines sólo tendrán en común el colorido: mostaza, marrón, rosa, burdeos, negro y azul grisáceo. Esos seis colores darán un poquito de unidad a una serie de motivos y cenefas muy diferentes.

Cuaderno y album

 

Otro formato en el que me estreno. Un cuaderno y un álbum en tamaño A5 apaisado, con tornillos de encuadernación. Al cuaderno le puse hojas de papel de color blanco, y al álbum, cartulinas de color crema.

Como es habitual,  la idea ha gustado y me han encargado dos álbumes en tamaño A4.

Mi primer premio

¡Me han dado un premio!

Nines, en un ataque de locura, me ha incluído entre los cinco blogs a los que ha concedido este premio. Ahora no puedo defraudarla y tengo que hacer por merecérmelo. Lo cierto es que me estoy esforzando mucho para aprender cosas nuevas por mi cuenta y espero poder enseñarlas pronto (en unos días espero poder enseñar mi primer trabajo de encuadernación con cosido japonés).

Y yo paso el premio a:

- Mª José
- Tere
- Marta
- Inma
- Silvia

Y que conste que me hubiera gustado poder repartir otros cinco.

Marcos de fotos

He hecho mis primeros marcos de fotos. Por fin algo diferente a las cajas, aunque sea algo muy fácil y con poco mérito.

He seguido las instrucciones de este paso a paso, aunque he corregido una de las medidas que se dan en él, concretamente las del papel que forra la pieza con la ventana, que lo he cortado un poco más grande.

Caja para pañuelos de cuello

 

Caja de 25 x 25 centímetros para guardar pañuelos de cuello. La tela y la cinta de raso son de color verde botella oscuro, y el interior está forrado de un papel japonés  beige con fibras naturales. Me gusta la combinación de ambos colores con este papel decorado.

Con esta caja completo el encargo que tenía de mi compañera Sagrario. El lunes se la llevaré y pasará lo de siempre: alguien pensará que este papel es muy bonito, o que también le vendría bien una caja para sus pañuelos, y me harán más encargos. Y yo feliz, ¿eh?

Y ahora sigo trabajando que tengo dos cositas a punto de terminar. Mañana os las enseño.

Enésima versión de la misma caja

Diréis que mis actualizaciones son bastante monótonas, porque sólo hago variaciones sobre la misma caja. Lo que ocurre es que los encargos no paran de llegar en un goteo pequeño pero constante. Ahora mismo tengo pendientes dos cosas. Como tengo poco tiempo, en algunos momentos tardo un poquito en realizarlos y, claro, antes de terminarlos ya ha llegado otro.

En fin, que estoy deseando probar algunas cosas nuevas pero cuando me voy a poner a ello me encargan más de lo mismo. Y lo cierto es que no me viene mal, que entre pitos y flautas (clases, herramientas y materiales) he gastado más de 600 euros y tengo que recuperarlos.

Pues eso, que esta caja me la encargó mi compañera Sagrario para regalársela a María José, otra compañera de trabajo.

 

Me encanta el interior, tienes que tocarlo para convencerte de que es papel y no tela. A la vista parece rugoso, con la trama de una tela, pero al tacto es completamente liso. Y lo mejor es que el papel me salió gratis y tengo más de color rojo, fucsia, blanco, gris y avellana, porque procede de un muestrario de papeles pintados. Al pasar por una tienda entré a preguntar si tenían algún muestrario que ya no les sirviera y me dieron uno con unos diseños horrorosos, pero donde había unas 12 ó 14 hojas de tonos lisos que corté, tirando el resto.

Mi caja de tela

Cuando acabé la carrera me dediqué durante siete años a trabajar como arqueóloga, hasta que lo tuve que dejar por motivos de salud. El caso es que esa circunstancia, unida a que daba conferencias, cursos y demás, hizo que me dedicara a la fotografía de forma compulsiva, llegando a reunir más de 6.000 diapositivas especializadas en arte y arqueología (las diapositivas me resultaban útiles y las fotos no). En 4º de carrera escogí Fotografía como una de las asignaturas optativas y durante mis años trabajando en el museo en muchas ocasiones ayudé a la fotógrafa del mismo a revelar fotografías y diapositivas.

En fin, que debió ocurrir que quedé un poco saturada, porque después ya no quise saber nada de fotografías. De tener un equipo estupendo pasé a no tener ni siquiera cámara, y aunque he viajado muchísimo por lugares muy exóticos y poco frecuentes normalmente he pasado ampliamente del tema fotos.

Y como mi indiferencia actual hacia la fotografía se extiende también a los móviles, mi cutre-teléfono no tiene ni cámara, porque prácticamente no lo uso más que para llamadas totalmente precisas cuando estoy fuera de mi ciudad. Así las cosas, si no llega a ser por Ada no tendría ni una foto de lo que hice en sus clases. Gracias a ella y a su blog he podido recuperar las imágenes de las cajas que hice en las dos clases que hemos tenido hasta el momento.

Las dos primeras fotos corresponden a la segunda y última clase (por el momento), donde aprendí a trabajar con tela. No quedó mal, ¿verdad? La última es de la caja forrada de papel que hice en la primera clase.

Gracias por las fotos, Ada.

Empezando con el Kumihimo

No puedo recordar por qué pasos llegué a conocer los cordones de Kumihimo, pero en cuanto vi los vídeos en internet me encantaron las posibilidades. Hace sólo diez días que me compré el disco de goma para realizar los cordones y ya tengo una auténtica adicción.

Estos son los primeros cordones que he realizado, con hilo encerado, y he probado a hacer tres pulseras, con el cierre más básico y barato, porque sólo quería probar cómo quedaban.

Lo próximo será combinar distintos materiales, y después insertar cuentas.

Por si hay alguien interesado en esta manualidad, voy a recomendar algunos enlaces que encontré muy útiles:

- Aunque no es el único tema del que se ocupan, en What a Knit! podemos encontrar muchas ideas, con una galería de fotos que sirve de mucha inspiración, diferentes diseños bien explicados, además de una tienda on-line de preciosos accesorios para bisutería (cierres, cuentas, colgantes...). Suscribíos al newsletter mensual.

- How to Kumihimo es un blog que no tiene muchas entradas aún, pero se puede encontrar algo útil.

- El KumiPlanner de Lytha Studios te permite hacer una simulación para que veas cómo va a quedar el cordón de ocho hilos según los colores que elijas.

- El Kumihimo Generator hace lo mismo pero permite cambiar el número de hilos, siendo muy util porque los diseños de doce hilos son mucho más recomendables por el aspecto tan bonito que se puede lograr. Por contra, el diseño de la página y el aspecto que presenta la simulación es mucho más feo.

Dulce tentación

He participado en un intercambio, y la persona que me ha regalado ha sido Silvia, cuyo blog de cocina os invito a conocer:

Mi dulce tentación tiene un diseño precioso, y unas recetas... ¡para morirse! Voy a tener la suerte de probar sus galletas, tan monas que da pena morderlas. Algunas con forma de matrioska, ¡no os digo más!

Si veis las fotos de su blog os daréis cuenta de que presenta sus productos con un gusto exquisito y unos detalles monísimos. Pues imaginad cómo envuelve los regalos. Desde unos pompones de lana en celeste y blanco para atar el envoltorio de un libro, hasta pinzas forradas de washi tape, pasando por blondas, paquetitos de cartón ondulado, etc. Pero todo se explica mejor con las fotos (pinchar para ampliar):

Las once últimas fotos son de la propia Silvia.¡Gracias por todo, Silvia!